31 de mayo de 1924 Nace la Congregación Apostólicas del Corazón de Jesús
“El espíritu Santo… es quien hizo nacer en la Iglesia esta congregación. La fidelidad a este mismo espíritu es la garantía de nuestra perseverancia y de nuestro crecimiento en el servicio y amor a la Iglesia (Const.1).”
Hoy, celebramos ciento un año de vida congregacional, todas las comunidades de apostólicas esparcidas en algunos lugares del mundo nos unimos con el corazón dando gracias a Dios por toda la vida que se nos regala en el compartir con los pueblos empobrecidos. ¡Dios ha estado grande con nosotras y nos alegramos! nos alegramos por aquellos gestos cotidianos de esperanza que se nos revelan en el encuentro con la gente, en el ir tejiendo redes de acciones conjuntas para acompañar y dar respuesta a situaciones que la realidad nos va presentando, exige de nosotras construir puentes de solidaridad, donde juntas y juntos podamos acompañar a población de mujeres, jóvenes, infancias, por una vida algo mejor. Como personas no podemos ser indiferente a lo que acontece en nuestro mundo, y sobre todo en el mundo de los mas vulnerables.
“Dios está en la historia como un Dios escondido. No tenemos otro lugar para escuchar la voz de Dios que la historia y la historia escuchada desde los excluidos/as OC1”. El Dios de la historia nos pone en la nota de estar atentas y a la vez nos hace salir a encontrarnos con aquella gente en movilidad por diversas situaciones y que en sus historias evidencian la violación a los derechos humanos y del cual no podemos ser indiferentes, sino acompañar el caminar, acompañar la fragilidad.
Ciertamente que el que nos ha convocado es el mismo que nos envía y nos invita a vivir con esperanza a la luz del evangelio en estos tiempos de realidades complejas y desafiantes, solo fiadas en Dios todo bondad seguimos en camino como mujeres “peregrinas de esperanza”, como reza el lema de este año jubilar en la iglesia universal.