8M: El ruido no se calla hasta que la Justicia estalla, El Salvador

La Asamblea Feminista denuncia y condena los ataques de odio y criminalización contra el activismo feminista y la defensoría de derechos humanos La protesta y la libertad de expresión son derechos constitucionales y propios de un ejercicio de ciudadanía activa.

Como feministas que estamos en diferentes áreas de trabajos y campos de acción política tenemos todo el derecho de manifestarnos. En tiempos donde las pocas garantías democráticas han sido vulneradas nuestras voces son necesarias y hemos salido a la calle ante el fraude electoral que se ha fraguado en las elecciones a diputaciones y presidenciales del 2024. Porque como henos dicho siempre: no tendrán la comodidad de nuestro silencio.

 Sin embargo, nuestra acción pacífica despertó diferentes ataques digitales de intimidación, acoso y violencia basada en género iniciados por el autoproclamado presidente inconstitucional, Nayib Bukele, lo siguieron diputados, diputadas, funcionariado público y las páginas tendenciosas pagadas por el oficialismo. Demostrando nuevamente que este no es un país seguro para las Voces críticas y alejando cada vez más un horizonte democrático.

 Ante estos hechos nos dirigimos a la ciudadanía, comunidad internacional y organismos de derechos humanos para denunciar los ataques que compañeras de la Asamblea Feminista están recibiendo, exponiendo información personal que las pone en riesgo. Señalamos y responsabilizamos de estos ataques al actual secretario de prensa de la Presidencia, Ernesto Sanabria, quién además ya ha enfrentado procesos judiciales por delitos de violencia contra la mujer.

De igual forma, responsabilizamos a Nayib Bukele, quien inició los ataques y a cada uno de sus funcionarios y funcionarias que desde su cuenta han promovido el odio y la violencia contra nuestras compañeras.

 ¡Si nos tocan a una respondemos todas!


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