ANGOLA – Posicionamiento: La ciudadanía según el gobierno

Mosaiko lleva casi tres décadas fomentando la participación ciudadana, con la convicción de que Angola siempre será mejor cuanto más se implique la gente en los asuntos comunes.

Hoy, a la luz de la propuesta de modificación de la Ley Orgánica de Elecciones Generales, no cabe duda de que el concepto de ciudadanía que abraza el gobierno es contrario a la participación ciudadana y a la democracia.

Con esta modificación de la ley, los ciudadanos han perdido el derecho a ver expuestas las actas resumen y a saber quién ha ganado/perdido en cada mesa electoral. Frente al «has votado, te has sentado», el Gobierno espera que los ciudadanos «hayan votado, hayan votado». Ese día, perderán su derecho de circulación, y si se detienen en la vía pública cerca del colegio electoral después de votar, habrá legitimidad para desalojarlos o quizás incluso agredirlos y detenerlos… Está claro que la ciudadanía para este gobierno se limita al acto de votar.

La evidencia es que, exclusivamente con este fin, el gobierno hará el «esfuerzo» de salir al encuentro de las personas con discapacidad, olvidando que esas mismas personas con discapacidad recorren tantos o más kilómetros en los 364 días restantes sin carreteras, transporte adaptado o acceso a los servicios públicos.

Las acciones y los discursos dan la impresión de que el gobierno sólo espera que los ciudadanos voten y paguen impuestos y que en esta «democracia» la participación cívica sólo la llevan a cabo los «buenos ciudadanos», que suelen ser acríticos y más proclives a alabar y alabar la aprobación sucesiva de leyes que ahogan la participación, la ciudadanía y van en contra del espíritu de la Carta Magna cuando se trata de derechos y libertades fundamentales.

¿En cuántos Estados democráticos está reservada la observación electoral y la publicidad de los comicios? ¿En cuántos países democráticos ha dejado de hacerse pública la tabulación local? ¿En cuántas democracias el recuento es secreto y siempre tarea exclusiva de las mismas personas? ¿Cuántos Estados democráticos tienen una ley electoral tan restrictiva y oscura?

Esta modificación de la ley electoral es una regresión y viola la esencia de los derechos civiles, políticos y sociales. En una democracia real, la plenitud de este conjunto de derechos es conquistada progresivamente por el pueblo a través de la participación ciudadana. El ejemplo de las elecciones de 2022, en las que los ciudadanos cumplieron con su deber de verificar la publicación y el contenido de las actas resumidas en los colegios electorales, en una democracia real esta espontaneidad se celebra y se fomenta.

Aprobar esta modificación de la ley electoral y permanecer en silencio equivaldría a decir que todo el trabajo realizado por Mosaiko durante 27 años para concienciar a mujeres, hombres, jóvenes y ancianos de sus derechos y del papel que desempeñan como ciudadanos en la realización del bien común ha sido en vano. En una democracia, las leyes limitan pero nunca pueden aniquilar la acción ciudadana.

MOSAIKO- INSTITUTO PARA LA CIUDADANIA- ANGOLA