Día Internacional del migrante y la vida religiosa en El Salvador
El 18 de diciembre fue declarado Día Internacional del Migrante por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Fue proclamado el 4 de diciembre de 2000, gracias a la resolución 55/93 debido al número elevado y cada vez mayor de emigrantes que existen en el mundo, alentada por el creciente interés de la comunidad internacional en proteger efectiva y plenamente los derechos humanos de todos los migrantes, y destacando la necesidad de seguir tratando de asegurar el respeto de los derechos humanos y las libertades de todos los migrantes.
La migración en El Salvador al concluir el año 2024 continúa siendo un fenómeno complejo y multifacético. Se calcula que más del 25 por ciento de la población se encuentra en diáspora, formal o informalmente, principalmente en USA. lo que ha generado un impacto significativo en la economía del país a través de las remesas. Pero constatamos un flujo de migrantes salvadoreños que continúan dejando su tierra por la pobreza extrema que viven, la falta de oportunidades laborales, la reunificación familiar. La situación se complica aún más por la crisis climática, que ha provocado desastres naturales y ha afectado la agricultura, exacerbando la inseguridad alimentaria. En menor proporción, pero verificable, es el continuo paso de migrantes por el territorio nacional, venezolanos, ecuatorianos, hondureños, nicaragüenses por mencionar los más significativos.
Algunos desafíos para Iglesia y la Vida Religiosa presente en El Salvador: es la continuidad en los apoyos espirituales y emocionales a los migrantes y sus familias: el encuentro con Cristo migrante requiere astucia, apertura de corazón, ser proactivo, pero conservando la espiritualidad que lleve al encuentro con Cristo desde el ejemplo de vida y la espiritualidad al migrante. Lo especifico de nuestra acción pastoral es caridad cristiana con la ayuda de Dios. La acción profética de la defensa de los derechos humanos: no desde la trinchera del justiciero, del revanchista si no con la consciencia de la dignidad humana, fruto de la justificación en Cristo, de la solidaridad y subsidiaridad, principios básicos de la dotrina social de la iglesia. la integración y la acogida en sus tres dimensiones a la diáspora, a los retornados y a los de paso, no como un hotel que ofrece todo a cambio de un pago de una recompensa material sino como verdadera acogida de quien sabemos representa a Cristo (yo era migrante y tu me acogiste) envolviendo el amor y no solo el deber. La educación y concienciación que fomente una actitud de solidaridad y compasión hacia los migrantes, como divino, como una oportunidad de encuentro con Dios, en lugar de estigmatización.
La respuesta de la Iglesia latinoamericana frente al fenómeno de la migracion ha sido la Red Clamor, en ella confluimos tantos actores católicos para crear sinodalidad en la respuesta eclesial. La JPIC-CONFRES El Salvador, que reúne a tantas congregaciones religiosas sensibles y comprometidas en crear una sociedad más justa y fraternas. Y en justicia existen también ONG como COFAMIDE, quien esta comprometida entre otras causas a la búsqueda de migrantes desparecidos, CAUSA-RAIZ que busca desde un frente ecuménico visibilizar la bondad de la migración. Por mencionar solo algunas respuestas católicas y ecuménicas.
Baste este pequeño articulo para como lo ha llamado el Papa Francisco continuar Acogiendo, protegiendo, promoviendo e integrando a quien se encuentra envuelto en el mundo de la Migración, la Vida Religiosa con sus carismas específicos tiene la capacidad de ser la respuesta amorosa de Dios para el migrante. Al celebrar el día internacional del migrante tomemos conciencia de que nuestra patria definitiva esta en el cielo, y que todo lo que hicimos por los mas necesitados lo hicimos por el mismo Cristo.
P. Fernando Cuevas,cs
Misionero Scalabrinianiano. El Salvador